La evaluación de
la acción docente debe ser considerada desde una perspectiva
holística, lo que implica una visión amplia y diversificada. Con el
propósito de guiar el desarrollo del modelo, se enuncian nueve
principios retomados de diversos autores y enfoques que se consideran
necesarios para el diseño y puesta en marcha de dicho modelo, a fin
de orientar sus acciones:
Orientación
formativa. El modelo permitirá al profesor reflexionar y
retroalimentarse sobre su acción en la docencia, y plantear acciones
para la mejora de la misma (Zabalza, 1990).Orientación
participativa.
La evaluación/formación en el contexto de la
práctica docente y educativa, será elaborada e instrumentada en
conjunto por autoridades y docentes de la institución, así el
docente se involucrará y participará en su diseño.